La presente nota estudia la evolución de los principales indicadores fiscales en trece economías que adoptaron esquemas monetarios de objetivos de inflación. La experiencia de los países que durante la década de los noventa adoptaron este esquema de política monetaria demuestra que para el éxito en el abatimiento y control de la inflación, la coordinación entre las autoridades fiscal y monetaria y el compromiso de ambas con los objetivos de inflación es un requisito importante. En general, los objetivos de abatimiento de la inflación y de estabilidad de precios sólo serán creíbles si la postura fiscal de corto y mediano plazo es sólida. Asimismo, el proceso de desinflación es menos costoso y más rápido cuando las autoridades monetarias y fiscales actúan en forma coordinada.
Este artículo presenta evidencia que apoya la hipótesis de que existe una estrecha relación entre las finanzas públicas y la inflación. En el mediano y largo plazos, la solvencia de las cuentas públicas es una condición necesaria para la estabilidad de precios. Además, en el corto plazo el comportamiento de los gastos e ingresos públicos y la fijación de los precios de los productos y servicios que provee el gobierno, generan un importante efecto sobre la inflación. Los resultados de este trabajo indican que el superávit primario inercial pronosticado para el futuro en México es suficientemente grande para garantizar la sustentabilidad de las cuentas públicas. Sin embargo, está sujeto a un alto grado de incertidumbre. Asimismo, se estima que los requerimientos fiscales futuros generados por pasivos implícitos hacen necesario un esfuerzo fiscal importante que asegure la solvencia del sector público. Por otro lado, de acuerdo con análisis econométricos, se encontró que la presión fiscal sobre la demanda agregada tiene efecto positivo y significativo sobre la inflación en México. Finalmente, se encontró que la variación de la presión fiscal es procíclica, lo que dificulta el proceso desinflacionario.
En este documento se realiza un análisis empírico para medir el impacto que tiene la política monetaria del Banco de México, a través de la variación en su objetivo de saldos acumulados en las cuentas corrientes con la banca, sobre la estructura de tasas de interés. Nos concentramos en la tasa de interés de fondeo y en las tasas de interés de los CETES a 28,91, 182 y 364 días de las subastas primarias. Además del objetivo de saldos acumulados, los modelos de determinación de las tasas de interés que se analizan contienen el tipo de cambio, la tasa de interés de los bonos de EU, el diferencial de tasas del bono Brady de México e índices de las bolsas de valores de algunos países extranjeros. Para las tasas de interés de los CETES, además de estas variables se incluye la diferencia respectiva con la tasa de interés de fondeo, a fin de considerar la dinámica de ajuste de largo plazo de las tasas de interés, a través de modelos de corrección de error. Los resultados, en general, muestran que una reducción en el objetivo de los saldos acumulados a “corto” está asociada a un incremento estadísticamente significativo en las tasas de interés, efecto que tiende ser mayor en las tasas de más corto plazo. Sin embargo, el análisis indica que la magnitud de este efecto ha cambiado a lo largo del periodo de análisis, mostrando inestabilidad a partir de junio de 1998.
El propósito de este trabajo es analizar la efectividad de la política monetaria para afectar la estructura de tasas de interés. En primer lugar, se presentan las variaciones en la estructura de tasas de interés en fechas posteriores a cambios en la postura de la política monetaria durante 1998, 1999 y los primeros cuatro meses de 2000. No obstante, debido a que las tasas de interés reaccionan ante diversos factores y acontecimientos, no se puede atribuir su comportamiento exclusivamente a las decisiones de política monetaria. Por ello, es necesario descomponer el efecto de un cambio en la política monetaria en dos componentes, uno de “reacción” y otro “activo”. Es decir, se pretende analizar si después de una restricción monetaria, el aumento en las tasas de interés se debe exclusivamente al movimiento en la variable de política monetaria (política monetaria “activa”), o si su comportamiento responde a eventos previamente descontados por el mercado (política monetaria de “reacción”). Utilizando la técnica econométrica de vectores autorregresivos se presenta evidencia que sustenta el hecho de que en los últimos años, la política monetaria en México ha tenido un componente “activo”.
En este artículo se analiza la información contenida en los agregados monetarios en México. El propósito es identificar si la información contenida en los agregados monetarios es útil para anticipar el comportamiento futuro de los precios y de la actividad económica. Los resultados muestran que la inflación es un determinante importante de la velocidad de circulación del dinero. Asimismo, se encuentra que las variaciones en la tasa de inflación en México durante las últimas dos décadas motivaron cambios en la velocidad de circulación del dinero y éstos a su vez afectaron la relación entre agregados monetarios, precios y actividad económica. En particular se encuentra que mientras la inflación y la velocidad fueron estables en México, los agregados monetarios anticiparon correctamente los movimientos en precios y en actividad económica. Sin embargo, cuando la inflación la velocidad dejaron de ser estables, el dinero perdió esa propiedad de indicador adelantado del nivel de precios y de la actividad económica.
En este trabajo se presenta un modelo econométrico para explicar el comportamiento de la inflación en México durante el período 1985-1998. Los hallazgos del documento formalizan, clarifican y cuantifican varias ideas sobre el tema mediante la utilización de métodos estadísticos apropiados. Se demuestra que los determinantes más importantes del nivel de precios doméstico, salarios y precios externos, tienen con aquél una única relación de equilibrio que se interpreta como una ecuación de precios de largo plazo, homogénea de grado uno. Posteriormente, se deriva un modelo para la dinámica de ajuste. A partir de dicho modelo, se muestran las respuestas de la tasa de inflación a través del tiempo frente a ajustes en los salarios, el tipo de cambio, los precios públicos y la desviación del producto de su nivel potencial.
Se estudia el traspaso inflacionario (pass-through) del tipo de cambio nominal para México. Aunque en un contexto de largo plazo es clara la relación entre depreciación e inflación en México, el régimen de flotación ha cuestionado si el antiguo vínculo sigue vigente o ha cambiado. Como la relación entre precios y tipo de cambio lleva ipso facto a la Paridad del Poder de Compra, se verifica su aplicabilidad en México durante 1969-2000 usando técnicas de cointegración. El análisis que hace este trabajo para los índices de precios especiales al consumo publicados recientemente (precios subyacentes, subyacentes de servicios y subyacentes de mercancías), es novedoso. Después se aborda el cálculo del traspaso inflacionario del tipo de cambio y se postula una ecuación para la inflación de corto plazo como mecanismo de corrección de errores, que es estimada y simulada dinámicamente. En este ejercicio, se distingue la conducta reciente del traspaso en el periodo 1996-2000. Los resultados confirman que se ha presentado un menor traspaso inflacionario (en el corto y mediano plazo) del tipo de cambio durante 1996-2000 que en periodos anteriores.
Este documento esboza las implicaciones de los objetivos de inflación para países emergentes y en transición, también analiza las ventajas y desventajas de esta estrategia de política monetaria. La discusión sugiere que aunque los objetivos de inflación no son una panacea y pueden no ser apropiados para algunas economías emergentes, son una estrategia de política monetaria altamente útil para algunos de éstos.
Este artículo analiza la experiencia reciente de América Latina con los objetivos de inflación en una etapa en la que la región ha progresado substancialmente hacia la erradicación de la alta inflación. El artículo evalúa la implementación y resultados de los objetivos de inflación en América Latina desde una perspectiva amplia. Éste comienza revisando los asuntos más relevantes para la elección de los regímenes de tipo de cambio y monetarios en América Latina durante las dos últimas décadas. Se hace un análisis más detallado con respecto al diseño de objetivos de inflación para Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. El artículo concluye enfocándose en la dinámica del país de la región que tiene una mayor experiencia en la reducción inflacionaria a través de los objetivos de inflación (el caso de Chile), evaluando cómo los objetivos de inflación han afectado las expectativas inflacionarias y la efectividad de la política monetaria, utilizando una serie de estimaciones alternativas y simulaciones.
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