Carlos Sales Sarrapy, Fernando Solís Soberón y Alejandro Villagómez Amézcua
En este documento analizamos la reforma de 1995 al sistema mexicano de pensiones. Con esta reforma se sustituyó el anterior sistema de reparto por uno de capitalización con cuentas individuales y una pensión mínima garantizada. En el siguiente capítulo analizamos las características básicas del antiguo sistema de seguridad social en México así como las razones que llevaron a su reforma. En el capítulo tres discutimos los rasgos principales de la reforma aprobada en diciembre de 1995, incluyendo el análisis de ciertos aspectos específicos relacionados al diseño del nuevo sistema que lo hacen distinto al resto de las recientes reformas llevadas a cabo en otros países latinoamericanos. En el cuarto capítulo discutimos los costos de la reforma basándonos en los resultados de varias simulaciones realizadas con un modelo actuarial. En el quinto capítulo comentamos algunos de los posibles efectos de la reforma sobre el ahorro y el desarrollo del sistema financiero. En el último capítulo concluimos con algunos comentarios finales.
En el presente trabajo se analiza la reforma al sistema de pensiones mexicano, como un estudio de caso relacionado con las reformas llevadas a cabo en América Latina. En el caso del sistema de pensiones proporcionado por el Instituto Mexicano del Seguro Social, hacia finales de la década de 1980, los cambios demográficos no respaldados totalmente con reservas actuariales, apuntaban hacia la insostenibilidad financiera de este sistema de reparto. En 1992, mediante el establecimiento obligatorio de cuentas individuales de ahorro para el retiro, se implementó un limitado esfuerzo de reforma. En diciembre de 1995, el Congreso mexicano aprobó la legislación que reforma la Ley del Seguro Social que modifica el sistema de pensiones de los trabajadores del sector privado formal convirtiéndolo en un sistema de aportaciones definidas, y administrado por instituciones financieras especializadas. En abril de 1996 fue aprobado por el Congreso de la Unión un segundo paquete de medidas para la instrumentación de dichas reformas a través de la Ley de los Sistemas de Ahorro Para el Retiro (LSAR).
La reforma del sistema de pensiones que entrará en vigor a partir del primero de julio representa una de las políticas de más trascendencia económica y social para el país durante las próximas décadas. Las reformas a la Ley del Seguro Social (LSS), que en diciembre de 1995 dieron lugar al nuevo sistema de pensiones, no se limitan a la postergación de la crisis financiera de un sistema actuarialmente inviable, como ha sido el caso en las sucesivas reformas de la LSS en años recientes. La reforma al sistema de pensiones en México consiste en una profunda reestructuración en donde se pasa de un sistema de beneficios definidos a uno de contribuciones definidas y en donde se pasa de un sistema de reparto o de pago sobre la marcha a uno de capitalización individual. Los principales beneficios del nuevo sistema de pensiones se relacionan con los siguientes tres temas: (1) el fomento al ahorro interno, (2) la profundización de los mercados financieros y (3) la flexibilización y formalización de los mercados laborales.
Este artículo presenta una breve recopilación de los puntos de vista de las autoridades en materia de ahorro y política macroeconómica durante los últimos diez años. Después de describir las principales tendencias en el comportamiento del ahorro agregado y sus componentes, se hacen algunos comentarios sobre la causalidad percibida entre el ahorro público, privado y externo. Estas percepciones han sustentado políticas enfocadas a promover el ahorro público sin promover decisivamente el ahorro privado. La crisis de 1994 obligó a las autoridades a revisar su percepción sobre el papel que tiene el ahorro interno privado. Con una visión más amplia de los determinantes del ahorro interno, el programa económico más reciente trata de estimular el ahorro privado a través de una más amplia gama de instrumentos. En particular, se establece que reformar el sistema de pensiones a partir de un esquema de reparto (pay as you go) llevándolo a otro de capitalización (fully funded) fortalecerá la totalidad del ahorro. Tanto las políticas encaminadas a promover el ahorro, como aquellas que buscan fomentar una mayor eficiencia en el sistema productivo, contribuirán a una mayor tasa de crecimiento. En tanto que dicha tasa aumente, se dará un fuerte estimulo al ahorro interno.
Este artículo presenta una evaluación al costo de la reforma a la seguridad social en México, la cual fue expedida por el Congreso en diciembre de 1995 y entrará en vigor en julio de 1997. Medir el costo de un sistema de protección social, a nivel social o de costo para el Estado, es un ejercicio más amplio que medir el impacto sobre el gasto público. En esta introducción se revisarán algunos elementos necesarios para realizar una evaluación general y en las secciones posteriores se abordarán algunos elementos específicos.
El objetivo de este ensayo es ofrecer una breve visión sobre el impacto que la regulación de la seguridad social tiene sobre el mercado laboral. Si bien se piensa que los sistemas de seguridad social mejoran el bienestar de la población en general, también generan un costo por sus repercusiones negativas sobre el empleo. Los temas que trata este artículo son la flexibilidad en el mercado laboral y la evasión a los sistemas de seguridad social, en particular al IMSS.
Durante los últimos quince años el sistema de cuentas individuales de contribución definida (CD) puesto en marcha en la reforma chilena de 1980 se ha extendido a Argentina, Colombia, México, Perú y Uruguay. Aunque la reforma al sistema de pensiones en cada uno de estos países tiene sus propios aspectos idiosincráticos, todos comparten las características principales del modelo chileno, a saber, cuentas individuales, contribuciones obligatorias, ahorros manejados por un intermediario financiero especializado (AFPs) y decisiones de inversión de cartera sujetas a un marco regulatorio especial. Es muy pronto para valorar si el nuevo paradigma sobre las pensiones proveerá de un medio eficiente para transformar el ahorro de los trabajadores y jóvenes en un flujo de ingresos al momento de su retiro, así como para cubrir a los individuos ante eventualidades. Sin embargo, ya es posible: i) determinar qué aspectos del nuevo modelo son claves para garantizar un rendimiento real sobre el ahorro consistente con las oportunidades de inversión; ii) identificar prácticas regulatorias que imponen altos costos en eficiencia; y iii) estudiar por qué el modelo CD o su predecesor, el sistema de beneficios definidos (BD), no han sido capaces de beneficiar a los pobres.
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