Un tema que ocupa un lugar destacado en el debate sobre la política económica en México es el del papel que debe desempeñar la autoridad monetaria para promover la producción, el empleo y la competitividad internacional de la economía en un ambiente de estabilidad de precios. Apoyados con la vasta investigación disponible sobre los alcances de la política monetaria, se desarrolla un modelo muy sencillo que sugiere que, dentro de ciertos rangos, es deseable una política monetaria que acomode las necesidades de liquidez inherentes a las transacciones normales de una economía, y a las necesidades de transferencias intertemporales de recursos de los ahorradores. Sin embargo, rebasados ciertos límites, la expansión monetaria es, en el mejor de los casos, neutral repercutiendo predominantemente en el nivel de precios. Remitiéndose a los informes públicos del Banco de México de los últimos años, se sugiere que el criterio de operación adoptado por dicho instituto emisor se aproxima a lo deseable desde el punto de vista del bienestar social. El documento concluye mostrando las relaciones de largo plazo entre agregados monetarios y los principales indicadores del sector real de la economía mexicana, las cuales tienden a confirmar la referida hipótesis de neutralidad y la concomitante recomendación de que el Banco de México persevere en su propósito de abastecer de liquidez indispensable a la economía procurando a la vez la estabilidad de precios.
Una buena parte de la discusión reciente sobre la política monetaria y el régimen cambiario se ha centrado en la supuesta influencia que estas políticas tienen sobre el llamado tipo de cambio real y, a través de éste, sobre el resto de la economía. En esta nota se argumenta que dicha discusión esta mal orientada en la medida en que el tipo de cambio real no constituye una referencia pertinente en la formulación de las políticas cambiarla y monetaria. Con este propósito, en la nota se analizan los determinantes del tipo de cambio real de acuerdo a la teoría económica convencional y la forma en que éste interactúa con el régimen monetario.
En la parte inicial de este artículo se analiza de manera general la política monetaria y los mecanismos de transmisión mediante los cuales aquella incide sobre la tasa de interés, el tipo de cambio, el nivel de precios y el nivel de la actividad económica. A continuación se utiliza ese marco para presentar algunos aspectos de la política monetaria mexicana contemporánea, la cual ha experimentado desde 1995 un proceso gradual de adaptación. De acuerdo a ello, el banco central ha pasado de determinar diariamente una tasa de interés de muy corto plazo, a un mecanismo de señales basado en pequeños movimientos en su suministro de liquidez.
El artículo describe los mecanismos de transmisión de la política monetaria y los procedimientos e instrumentos utilizados por diferentes bancos centrales para lograr su objetivo de estabilidad de precios.
La fundación del Banco de México en 1925 marcó el inicio de un proceso de institucionalización y consolidación del sistema financiero mexicano. La importancia de contar con un sistema financiero sólido, eficientemente regulado y encabezado por un banco central que pueda ejercer de forma independiente la política monetaria, es una condición necesaria para lograr un desarrollo sostenido de la economía. La historia del Banco de México y el ejercicio de la política monetaria ha estado marcada, en general, por un conflicto con el gobierno federal, tratando de atenuar y de ser posible evitar los daños que las políticas fiscales expansivas generan. En 1994 se le otorgó al Banco la autonomía que perdió en 1938, y con un solo objetivo: procurar la estabilidad del nivel general de precios. En este régimen de autonomía persiste todavía un falla: el Banco de México es autónomo en el manejo de la política monetaria, más no lo es en la cambiaria, siendo que una es el reflejo de la otra. No puede haber total autonomía del Banco de México si no se tiene también legalmente el control de la política cambiarla.
El objetivo de la política económica es procurar un alto nivel de empleo, así como mejorar el nivel de vida de la población. Este trabajo argumenta a favor de que la política monetaria debe dirigirse a alcanzar una inflación baja y estable, ya que de esta manera proveerá a la economía del entorno necesario para el sano funcionamiento de la misma. Posteriormente, el trabajo describe las consideraciones generales para la formulación de la política monetaria. Finalmente, se concluye con un comentario final sobre la política monetaria actual del Banco de México.
Reproducción del Anexo 4 del Informe Anual del Banco de México 1996
En el presente artículo se explica la manera en que el Banco de México opera en el mercado de dinero y la forma en que aplica su política monetaria a través del régimen de saldos acumulados. En la primera parte se describe la operación del Banco de México en el mercado de dinero; en la segunda y tercera, se explican las principales características del régimen de saldos acumulados, y en la cuarta, se presentan algunas identidades y ejemplos numéricos.
El presente trabajo analiza los principales determinantes de las tasas de interés de corto plazo en México y en particular, intenta mostrar el efecto que tienen las señales de política monetaria que envía el Banco de México diariamente a través de su objetivo de saldos acumulados. Los resultados sugieren que las tasas de corto plazo son sensibles a las señales del Banco de México.
En este trabajo se estudia el comportamiento del tipo de cambio de México durante el periodo 1995-1997, en el cual estuvo vigente el régimen de libre flotación. Se analizan las propiedades estadísticas de las fluctuaciones diarias del peso y se realiza tina comparación con el comportamiento de otras monedas. Se concluye que exceptuando los períodos de extrema volatilidad observados durante 1995, que estuvieron asociados a una incertidumbre macroeconómica generalizada, la volatilidad del tipo de cambio fue similar a la observada en otros países que mantienen un tipo de cambio flexible. También se estudia el efecto que tienen las tasas de interés nacionales y externas sobre el tipo de cambio y su volatilidad. Por último, se evalúa el impacto de las fluctuaciones del tipo de cambio y de la tasa de interés externa sobre la tasa de interés nacional.
El propósito de esta nota es presentar un modelo de equilibrio parcial que ejemplifica cómo el diseño del régimen para los depósitos bancarios en el banco central determina el comportamiento de la demanda de dinero de la banca, afectando de manera fundamental las condiciones bajo las que opera el mercado de dinero. Los cambios de régimen no simplemente alteran los valores de las variables que entran en una demanda por dinero preexistente de los bancos (cuya forma funcional es inalterable) moviendo a estos “a lo largo de la curva”, sino que las modificaciones del régimen aplicable a los depósitos de la banca en el banco central pueden cambiar la manera en que los bancos plantean sus estrategias de operación en el mercado de dinero. Es decir, el planteamiento mismo del problema de optimización del valor de sus flujos varia al introducirse un nuevo régimen de depósitos en el banco central, lo que da lugar un cambio de la forma funcional de su demanda de dinero.
El modelo que se documenta en este trabajo consta de una estimación econométrica tradicional de la demanda por saldos medidos al cierre de cada mes, que se complementa con estadísticas basadas en series de tiempo diarias que permiten capturar la estacionalidad característica de los billetes y monedas en circulación. La demanda oportuna de billetes y monedas en circulación puede aplicarse para determinar la trayectoria de dicho agregado monetario que resulta consistente con un marco macroeconómico específico, de manera similar al ejercicio con el que se construyó el programa monetario para 1997. Igualmente puede utilizarse el modelo para obtener pronósticos diarios aplicables a la programación de las operaciones de mercado abierto que realiza el Banco Central.
El conocimiento teórico y empírico de la demanda de dinero es un elemento esencial en el diseño e instrumentación de la política monetaria. En este trabajo se discuten algunos problemas relacionados con su estimación empírica. En adición, se realizan algunas estimaciones de la demanda por diferentes agregados monetarios: los billetes y monedas, M1, M2, M3 y M4. Las especificaciones empíricas aquí consideradas para la estimación de la demanda dinero arrojan resultados consistentes con la teoría económica, además de que fue posible obtener relaciones estables entre la demanda por diferentes agregados monetarios y un número limitado de variables explicativas. Destaca el resultado de que el valor real de las remuneraciones medias en la industria manufacturera contribuye a mejorar la estimación de la demanda de billetes y monedas en poder del público.
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